El hecho de que el rinoceronte no tenga depredadores naturales debería significar que están a salvo en su hábitat natural.
Por desgracia, no es así en absoluto, pues los humanos los han
destruido y siguen haciéndolo, en cantidades masivas. Los seres humanos
matan al rinoceronte adulto por sus cuernos, también ocupan las zonas
del hábitat natural de este animal, lo que hace que sea muy difícil para
ellos encontrar suficiente alimento y agua para sobrevivir.
La Fundación Internacional del Rinoceronte es una organización clave para la conservación de estos animales. El intercambio de información,
acerca de la desaparición del rinoceronte es una de las formas que
ayudan a que la gente se interese por su futuro. La aprobación de leyes
que reducen la destrucción de estos hábitats es también muy importante. La caza furtiva sigue siendo la mayor amenaza para el futuro del
rinoceronte y los esfuerzos de conservación se centran en santuarios
donde estos animales tienen protección y la libertad de vagar
libremente. En estos santuarios estos animales pueden tener atención
médica y se les ayuda a encontrar comida y agua para sobrevivir. El
costo de operación de estas instalaciones, es increíble.
Parte de los esfuerzos de conservación del rinoceronte incluyen también
conseguir leyes más estrictas para aquellos involucrados con la caza
furtiva. El problema es, que, la mano de obra para este tipo de
programas es, a menudo, insuficiente. Las estimaciones muestran que sólo quedan alrededor de 14.000
rinocerontes en estado salvaje, una recopilación de las cinco especies.
La mayoría de los que quedan pertenecen a la especie del rinoceronte blanco.
Significa que los otros están en grave peligro de extinción si no
hacemos todo lo posible para proteger su medio ambiente natural.
Estos científicos procedentes de 5 países, entre los que se encuentra España, estudian de qué manera nos pueden servir algunos de los venenos de las más de 170 mil especies venenosas que se estima que existen en todo el mundo.
edentes de
El proyecto europeo 'Venomix', que en estos momentos se encuentra recogiendo muestras en la Guayana Francesa,
analiza las muestras tóxicas de algunos animales para poder crear
fármacos que ayuden a la mejora o descubrimiento de nuevos tratamientos.
Estas muestras se analizan en laboratorios como el de Valencia, que cuenta con la última tecnología, la cual permite analizar las toxinas de animales venenosos tales como, caracoles, tarántulas y serpientes, permitiendo llegar hasta donde antes no se había podido.
Según afirman algunos de estos científicos, "se trata de descubrir venenos que tenga una actividad farmacológica con interés médico". Los investigadores buscan venenos sintéticos con propiedades terapéuticas.
Las áreas que más trabajan son tres, analgésicos potentes, diabetes y
todo lo relacionado con medicamentos anticancerígenos y quimioterapia.
Para este proyecto europeo "la naturaleza es el referente para la salud", es la fuente básica de todas las terapias, de la cual tenemos mucho que aprender y que descubrir.
















